¿Quién no se imagina leyendo delante del fuego de una chimenea, rodeada de bosque, otoño y un té ardiendo?
Está claro que cada vez todos queremos volver a los orígenes. Queremos sentir la tierra y olvidarnos por unos días de las prisas, el tráfico y el ruido de la gran ciudad.
Para ello, traigo cinco libros que disfrutar inmensamente en la montaña; ya sea por la temática o por sus argumentos cálidos y nostálgicos con los que solo queremos conectar en esas condiciones.
El primer libro del que os voy a hablar es "Terapia del bosque", de Sarah Ivens. Este libro nos habla del poder sanador de la naturaleza.Yo, que los que me conocen saben que soy ultra-hipocondríaca, descubrí este libro en una etapa algo agitada y me sirvió para obligarme a escapar más de la ciudad y llenarme de la energía del bosque.
Es un libro que, a través de experiencias de la autora y entrevistas, nos habla de los beneficios de la naturaleza en cuanto a prevenir enfermedades, encontrar la paz y ser feliz. Todo suena a secta, pero es ciencia.
Antes de pasar al siguiente libro, os dejo algunos de los beneficios que investigadores, estudiosos y profesores han descubierto que ocurren cuando una persona sigue una terapia del bosque en su vida:
-Reduce la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.
-Reduce la ansiedad, la rabia y la depresión.
-Mejora el sueño.
-Potencia la creatividad y la intuición.
Y todo esto, sin receta y sin dinero. Simplemente rodeándonos de aire y bosque.
Otro de los libros que sin duda leería delante de una chimenea, después de un día de rutas por la montaña sería "Mujeres indígenas en defensa de la tierra", de Aimé Tapia González. Este libro entra dentro de la temática ecofeminista.
Para quien no lo sepa, el Ecofeminismo es un movimiento que ve relación entre la explotación del mundo natural y la opresión y sumisión de la mujer.
Mediante testimonios de mujeres indígenas, nos aclaran cuál es la posición de las mujeres indígenas que defienden la Tierra y cuáles son los rasgos de los feminismos indígenas.
Aunque es un libro que puede resultar pesado por su forma (prosa filosófica), según van pasando las páginas queremos saber más de esas mujeres y queremos saber cuáles son las claves para que sus acciones e intenciones no se menosprecien por una cuestión sexista.
Dejando atrás los libros más relacionados, en cuanto a temática, con la montaña y la
naturaleza; el tercer libro que me parece idílico para leer en un fin de semana de lluvia en una casita rural es "La Odisea", de Homero".
Supongo que todxs conocéis el viaje de Ulises de vuelta a casa desde la Guerra de Troya. Todas esas pruebas que ha de pasar hasta volver a la isla de Ítaca.
Siempre me he considerado muy fan de la mitología grecolatina. Estudié esas lenguas en el instituto y por ello he leído muchos libros relacionados con dioses, mitos y leyendas.
Este, en particular, es un poema épico latino que es muy rápido de leer y que te hace visitar muchos lugares llenos de peligro y misterio desde el sillón de tu casa. No sé por qué a mí el género de aventuras es el que más me llama cuando estoy fuera de casa.
En este caso he decidido incluir la imagen de una edición que han sacado de la Odisea ilustrada y me parece una pasada. Las ilustraciones son de Miguel Brieva y creo que hacen la historia más épica, si cabe.
El cuarto libro es "El beso más pequeño", de Mathias Malzieu. Cuando leí este libro me enamoré al instante. Es literatura romántica, pero si os pensáis que es el típico chico conoce a chica, vais muy desencaminados porque el factor sorpresa es que la chica desaparece cuando le besan. Es por esto que el enamorado pide ayuda a un detective de casos raros y aquí comienza nuestra aventura.
Quiero destacar que es un libro que se lee rápido, tiene solo 142 páginas. Pero no es esto lo que hace que lo devoremos en un fin de semana, sino su prosa poética. Sus palabras punzantes en nuestra piel de gallina.
“El beso más pequeño nunca visto. Una milésima de segundo, pulpa y plumón incluidos. Apenas un roce, un ejercicio de papiroflexia. Un esbozo de cortocircuito. De un grado de humedad increíblemente próximo a cero, cercano al polvo de sombra. El beso más pequeño nunca visto.”
Por último, un finde en la montaña necesita poesía. Es aquí donde entra Diego Ojeda y
"Mi chica revolucionaria". Se trata de un poemario de 109 páginas en el que el escrito lucha contra el mundo por estar enamorado de su chica revolucionaria.
Para quien le guste la poesía, encontrará refugio y en sus palabras y para los que no, estoy segura de que se quedarán una página más. Y otra.
"Las chicas revolucionarias andan sueltas, vuelan sin bragas y llevan en el bolso un libro de poemas."
Un libro con el que te sientes identificado en más de una página. Donde recuerdas o revives qué estar enamorado "desde los dedos meñiques del pie hasta el revés del alma".