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XAVIER DOLAN Y SUS REGALOS VISUALES

  • Writer: María Vaquero
    María Vaquero
  • Nov 13, 2014
  • 2 min read

La primera vez que conocí a Xavier Dolan fue con su última película "Tom at the farm". Su degustación me parecío pesada, insípida y visualmente oscura.


Es por esto que mi opinión sobre este joven director fue la de encasillarle como uno más, que no tenía nada nuevo que ofrecer ni, aunque fuera algo viejo, nada bueno. Por suerte, otro día decidí ver "Laurece Anyways" y descubrí un Dolan diferente, un director creativo, colorido, con sentido de la composición y divertido, visualmente hablando.


Esto hizo que mi búsqueda llegara más allá, por lo que ví "Los amores imaginarios", donde Dolan me conquistó con cada palabra y cada plano. Todos sabemos que el ménage á trois no es ninguna novedad en el cine (véase los ejemplos: "Jules et Jim" de Truffaut, "Los amantes del cículo polar" de Julio Medem o "Dreamers" de Bertolucci), pero eso no significa que Dolan no consiga hacer que esa temática sea algo nuevo gracias al tratamiento de la imagen en la que actúan y se aman sus personajes.


Lo destacable de Dolan son sus momentos musicales en los que la película se convierte en un videoclip. Los personajes comienzan a actuar a cámara lenta, acompañados de una excelente fotografía y una banda sonora digna de la imagen a la que musicaliza.



A la semana siguiente ví "Yo maté a mi madre", su primera película. Aquí ví a un Dolan social y representando una realidad muy cruda. La estética aquí es menos importante, y aunque lo fuese, son los guiones los que hacen al espectador entrar en la película y no querer salir.


Pero es el momento en el que creo que Dolan es un director digno de alabanzas cuando comprendo que esas tres películas están unidas, son una trilogía. Una trilogía que yo, por mi ignorancia y falta de investigación, he visto al revés.


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La idea de Dolan con esta trilogía que comienza con "Yo maté a mi madre", continúa con "Los amores imaginarios", y termina con "Laurence Anyways"; es representar tres etapas clave como son la adolescencia, la juventud y la madurez. Es aquí cuando te das cuenta de que todo está ligado y unido por una idea lógica; entonces es imposible no ponerte a los pies del joven Dolan. Ese Dolan que había conseguido conquistarme con tres películas desordenadas y separadas entre sí.


Que esta trilogía sea parte del alma de Xavier Dolan y quiera que se sienta en nuestro propio alma no es un secreto, es por ello que en las tres películas existen confesiones a cámara de diferentes personajes (incluso algunos desconocidos).


Y es que Dolan sabe realizar regalos al espectador dentro de los regalos más encubiertos que son sus films. Esos momentos musicales son claras experiencias visuales irrepetibles. Irrepetibles en otros directores y repetibles siempre que se desee disfrutar más de una vez el regalo.


El niño prodigio, como le llaman, ha sido y es muy importante en la crítica cinematográfica internacional y, en general, en este campo. Es por esto, que este joven director ya cuenta con un total de 23 premios en su trayectoria de sólo cinco films.


Espero con ansia el nuevo regalo que Dolan tiene para nosotros: "MOMMY".



 
 
 

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